Sunday, March 25, 2007

Cobran sin trabajar

Reportaje.

Aviadores en San Lázaro.

Entre 400 y mil personas cobran sin trabajar en la Cámara de Diputados. Se estima que el costo mensual que esto significa al erario puede llegar hasta 7.5 millones de pesos o más... Los legisladores reconocen el problema y proponen liquidar o reubicar a los aviadores

Enfoque / Staff

Miembro del Sindicato de Trabajadores de la Cámara de Diputados, Gloria López cobra, desde hace dos meses, sin trabajar.

Rebasa los 60 años de edad y los 28 años que exige la ley para jubilarse. Pero puntualmente recibe su paga de 10 mil 608 pesos mensuales, a pesar de que no hace nada. Desde febrero sólo se preocupa por ir a checar a la Cámara. Incluso para hacerlo le ayudan sus compañeros cuando se acerca al reloj registrador, porque se cansa parada esperando turno. Para trabajar, pone condiciones.

"A mí me van a designar a donde yo quiera y cuando quiera", señala cuando es entrevistada por Enfoque, antes de ir a checar su tarjeta de entrada y de salida.

Se la pasa en la Cámara, literalmente, perdiendo el tiempo. Inició como bibliotecaria y hasta enero de este año trabajó en el departamento de Quejas y Asesorías.

Cinco meses atrás, se cayó y la operaron de una de sus rodillas que la mantuvo incapacitada durante cuatro meses. En febrero volvió a reclamar su puesto, hasta hoy sin resultados.

Confiesa que cada cambio de legislatura los partidos traen a su gente y el personal de Cámara se queda sin asignación laboral.

¿Cuánto la tienen esperando para su nuevo trabajo?

Hasta que yo quiera. Te mandan a entrevistas de acuerdo a tu nivel, no tengo un área. Apenas están asignando las comisiones. Pero no le dejan de pagar a uno, lo bueno. No me urge ahorita trabajar. Acabo de regresar en febrero y estoy en espera, pero no puedo declarar nada porque no me conviene.

¿En qué área quisiera trabajar?

Donde estaba, en Asesoría y Quejas.

¿Y a qué viene a la Cámara?

Vengo porque me gusta venir y quiero escoger el área que yo quiero.

Así como Gloria, hay entre 400 y mil personas en la Cámara de Diputados que cobran cada quincena sin tener un trabajo asignado.

Son los aviadores de San Lázaro que le cuestan al erario entre 3.5 y 7.5 millones de pesos o más al mes. Diputados y fuentes administrativas, consultadas por Enfoque revelaron su existencia.

"Gamboa lo confirmó en una reunión que tuvimos y está preocupado porque no sabe qué va a pasar con esas personas y como es gente del PRI, en su mayoría, es más difícil", dijo un diputado priista.

Una de las fuentes pide que el caso se lleve a debatir y analizar en el Comité de Administración para que se tome una solución.

"O se recorta al personal, se reubica o se jubila, no hay de otra", opinan funcionarios de Recursos Humanos del mismo órgano parlamentario.

"El problema del manejo de personal en la Cámara de Diputados es tan grave, que ni en Administración saben cuántos son y sus funciones", afirma otro legislador priista.

El pasado 5 de marzo, Enfoque solicitó oficialmente a través de la Ley Federal de Acceso a la Información Pública los datos de la plantilla laboral sindicalizada y sus funciones. Cuántos están asignados y quiénes no. Así como el número de personal de Cámara de Diputados, sus niveles laborales y percepciones. La solicitud se formuló a Dirección General de Recursos Humanos, al Comité de Administración, la Secretaría General e incluso a la Junta de Coordinación Política del órgano parlamentario.

A la fecha ninguna instancia respondió a pesar de haberse agotado el plazo legal de 10 días. El área de Administración pidió, por conducto de la Unidad de Enlace y Transparencia, otros 10 días para dar a conocer la distribución del personal en la Cámara.

Relevados... pero pagados

Desde agosto y octubre del 2006, los empleados fueron relevados en sus responsabilidades, no así, de su salario y prestaciones. Ganan entre 7 mil y 15 mil pesos mensuales.

Son secretarias, recepcionistas, choferes, oficinistas, mandos medios, auxiliares administrativos y personal de apoyo generalmente asignados a comisiones o grupos parlamentarios. La mayoría del personal fue contratado hace 20 años o más, cuando los priistas dominaban el Poder Legislativo.

Cada cambio de legislatura, la historia se repite. Los grupos parlamentarios traen personal de su confianza y desplazan al sindicalizado. Mientras definen qué harán con ellos, los empleados asisten a la Cámara pero no trabajan. Sólo se dedican a checar sus tarjetas de entrada y salida.

La plaza ubicada en el patio central es el punto de reunión, el sitio donde se mata el tiempo.

Quien los quiere, no puede tenerlos

Cuando el PRI contaba con mayoría en San Lázaro, contrataba al personal que quería. Todavía en la pasada legislatura, el tricolor manejaba más de 700 personas sindicalizadas en su grupo parlamentario.

Perdida esa mayoría, el tricolor se quedó con medio millar de personas y propuso distribuir al resto del personal a los diferentes grupos, principalmente PAN y PRD. Pero no los quisieron. Representaban un peligro porque en su mayoría eran afiliados al PRI.

Ahora no están ubicados. Cobran sin trabajar, como lo hacen cientos de personas más, según los propios diputados. Son 'aviadores'.

El PRI, una minoría obesa

A pesar de ser minoría entre las principales fuerzas políticas, con 106 diputados, el PRI cuenta con más personal en su staff parlamentario que cualquier otro grupo en San Lázaro.

De acuerdo con la distribución de la plantilla laboral de San Lázaro, obtenida por Enfoque, los números son los siguientes: El Revolucionario Institucional cuenta con 516 personas: 296 sindicalizadas, 65 de base, 56 de confianza, 60 eventuales, 37 por honorarios y dos de base interinos.

Acción Nacional, primera fuerza parlamentaria con una bancada de 206 legisladores, cuenta con 218 empleados: 186 por honorarios, 21 sindicalizados, siete de confianza, tres eventuales y uno de base.

El Partido de la Revolución Democrática, segunda fuerza en la Cámara con 127 legisladores, tiene 157 empleados: 57 sindicalizados, 37 por honorarios, 30 eventuales, 18 de confianza y 15 de base.

Los grupos pequeños apenas y tienen personal de apoyo de diferente rango. Convergencia tiene asignados 44. El Partido Verde Ecologista, 31. Nueva Alianza, 20. Alternativa Social Demócrata, 12. Finalmente, el diputado independiente José del Carmen Enríquez Rosado tiene asignados tres.

Dirigentes y funcionarios: 'No podemos hablar'

Rodrigo Hernández Martínez, actual secretario general del Sindicato de la Cámara, evade el asunto. "Es un tema ya abordado", dijo sin abundar.

La justificación: no tiene tiempo y cualquier declaración que emita puede afectar la vida del sindicato en las negociaciones salariales.

Guillermo Haro Bélchez, secretario general de la Cámara de Diputados, responsable del manejo administrativo y del personal, también evadió el problema. "Yo no puedo emitir ninguna declaración al respecto", declaró.

Liquidación o reubicación

Javier González Garza, coordinador del grupo parlamentario del PRD, indicó que este asunto se tiene que limpiar en San Lázaro en las próximas semanas.

"Lo que tenemos es un informe de más de mil personas que no tienen un lugar específico de trabajo, no están asignados desde la pasada legislatura. Cualquiera de las dos cosas para este caso es la solución: liquidación digna o un lugar de trabajo. No puede estar el erario gastando así. Queremos que todas esas cosas se aclaren y se limpien, tenemos que ser transparentes. Lo hemos discutido en la junta de Coordinación Política y lo vamos a resolver en las próximas semanas", afirmó el perredista.

Héctor Larios Córdova, líder de los panistas, reveló que muchas plazas existentes ya no se justifican y son cientos de casos de personal sindicalizado contratado, "por favores", hace 20 años.

"No tienen asignada una tarea como 400 personas o más. No es culpa de ellos y hay que encontrar un mecanismo de justicia para estas personas. Una salida puede ser buscar un programa de retiro voluntario que les reconozca sus derechos ganados y les permita estar en otra actividad para no estar en un trabajo donde no desempeñan ninguna actividad y sólo cobran. Se necesita una reforma y revisión al contrato colectivo de trabajo para suprimir las plazas que no tienen razón de existir", puntualizó.

Juan Manuel Parás González, vicecoordinador del grupo parlamentario del PRI, dijo que no saben con exactitud cuántas personas están cobrando sin trabajar en la Cámara.

"Cada Legislatura hace mención de cifras, pero queremos un diagnóstico que realizará el Instituto Nacional de Administración Pública para saber qué vamos a hacer. Hay menciones de diversas cantidades, algunas son pocas, algunas medias, algunas son muchas, lo mencionan en 'radio pasillo'. Administración está de acuerdo en que se haga un estudio detallado, confiable, porque queremos solucionar esta situación", precisó el legislador priista.

Es personal en espera

En la Cámara de Diputados no hay aviadores, sino personal en espera de que lo designen a una de las áreas de trabajo, aseguró Jorge Valencia Sandoval, director de Recursos Humanos de San Lázaro.

El funcionario cameral afirma que sólo hay 23 personas a "disposición", pero mientras tanto siguen trabajando. "Pensar que tengamos gente simplemente sin control, no es posible", afirmó en entrevista con Enfoque.

Hay alrededor de 400 y 500 casos de personas que están sin designación, sólo checan, no trabajan y se les paga cada quincena, según fuentes confidenciales de aquí y personas entrevistadas en esta situación.

No. Hay una mecánica que se llama: a "disposición de personal", que es gente que va de una unidad a otra, no propiamente dicha sin control, porque de acuerdo con su propio perfil se hace la reubicación de esa gente. Puede ser a solicitud de la persona o a solicitud de la propia unidad administrativa.

¿Cuántos casos están así, "a disposición"?

Hay 23 personas. Pero están en su unidad de adscripción en tanto se les asigna una nueva unidad.

¿Quiénes son estas personas?

No las recuerdo la verdad, no puedo decir nombres.

¿De acuerdo con usted no hay estas personas entonces sin asignar, que sólo cobran sin trabajar?

Pues esta cantidad de gente, puedo decirle que no la tenemos.

¿Cuántas tienen, según ustedes?

Son 23 a "disposición de personal", pero no es sin control, porque finalmente están ubicados en su unidad de adscripción, depende de cada unidad. Están colaborando mientras se ubican.

Y los casos de personas que han estado en espera meses sin que se les reubique, ¿los desconoce?

La gente tiene una reubicación inmediata finalmente.

¿Y los más de 400 casos sin trabajar, de acuerdo con fuentes de la Cámara, no existen?

No es posible. Pensar que tengamos gente simplemente sin control, no es posible.

Estas 23 personas, ¿cuánto tiempo tienen en espera?

Semanas, una semana, además la Unidad de Adscripción lo asigna.

¿Y no hay anomalías, es decir, personas que falten y se les esté pagando?

No. Incluso cuando no se encuentra alguna gente se va y se verifica para que esté justificada su ausencia.

¿Quiere decir que para usted todo está normal y bajo control, asignado?

Claro.

¿No hay ningún problema?

No.

¿Todo bien en la Cámara?

Pensaría que hay una buena unidad productiva en la Cámara, para pensar en decir este número de gente sin control, ni imaginable.

¿Ni cuando inició la legislatura?

El problema de aviadores no hay, Contraloría hace revisiones permanentes y no ha encontrado una cosa similar.

Enfoque / Staff

Salario sin trabajo

Durante siete meses, Margarita Cisneros paseó por los pasillos y la plaza de la Cámara de Diputados, en espera de que le llegara su nuevo nombramiento. Eso sí, nunca dejó de recibir sus 8 mil pesos mensuales.

"En agosto (2006) me quitaron como recepcionista de las oficinas del sindicato, las que están en Donceles, en el Centro. Y apenas hace una semana me acomodaron como recepcionista en una Comisión Especial", dice con orgullo.

"Estuve siete meses sin que me asignaran un trabajo. No me dejaron de pagar, como lo hacen con mucha gente", confiesa la señora de 66 años. Le quedan sólo tres años de trabajo. Está por jubilarse. Tiene 25 años trabajando en el Congreso, 15 de sindicalizada.

Durante el tiempo que estuvo desocupada, asistía a la Cámara sólo a "checar". "Tenía que checar en la mañana y en la tarde, así como muchas personas lo hacen. Después me dedicaba a dar la vuelta por aquí en la plaza porque no tenía nada que hacer", aclaró.

En cada cambio de legislatura es lo mismo: les llega un oficio para notificarles que su lugar será asignado a otra persona y estar atentos a su nueva tarea.

"Me mandaron a varias entrevistas en estos siete meses pero me pedían horario corrido y no puedo, era hasta altas horas de la noche. Y no me conviene que me liquiden, tengo 66 años, y si lo hacen, yo pediría una buena cantidad, por mi vejez y tengo que ayudar a mi mamá".

Enfoque / Staff

Personal de sobra

Por cada diputado (500 en total), hay más de cinco empleados.

5,745 Personas trabajan en la Cámara de Diputados

1,300 Personal de base no sindicalizado

1,534 Personal por honorarios

1,911 Personal de base sindicalizado

1,000 Supernumerarios (personal no sindicalizado). Jefes de departamento, directores de área, directores en general e investigadores

Así lo dijo

"No tienen asignada una tarea como 400 personas o más. No es culpa de ellos y hay que encontrar un mecanismo de justicia para estas personas".

Héctor Larios
Líder de los panistas en la Cámara.

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Sunday, March 04, 2007

Peleles, golpistas y, encima, fracasados

Luis Gonzalez de Alba

Pelele: Figura humana de paja o trapos...” Felipe Calderón tuvo su primer triunfo cuando se impuso, contra la voluntad del presidente Fox, como candidato del PAN. Luego redirigió su campaña contra la línea impuesta por el nefasto Espino; la modificó a fondo y le imprimió el estilo personal que lo llevó a ganar la Presidencia. No le debe nada a nadie: comenzó por vencer dentro de su propio partido. “Pelele”, ¿de quién?

Peleles, títeres y lacayos, de Amlo, son los diputados y senadores del PRD, que repiten como loros la cantaleta del fraude jamás probado, y con el que ganaron sus curules. Dan tristeza repitiendo La Voz del Amo. Pero es risa lo que produce el coordinador de los senadores perredistas, Carlos Navarrete, con su lloriqueo: “Es que estamos muy agraviados”. Por eso intentaron un golpe de Estado desde el Poder Legislativo: impedir la protesta de Calderón para luego buscar cobijo en el confuso artículo 85 constitucional y elegir un presidente interino.

Fracasaron como golpistas y quedaron como gallinero bochornoso. Pero, con frase del titiritero que los mueve: “No hay mal que por bien no venga” (¿o lo dijo al revés?, luego le ocurre), evidenciaron el agujero constitucional por donde es posible el golpe de Estado legislativo. El legislador del viejo régimen previó la inasistencia del presidente electo, pero ni siquiera imaginó la inasistencia del Congreso a su propia sede para escuchar la protesta. Castigó así únicamente a una de las partes. Y no vio que dejaba a la otra, los legisladores, la puerta abierta para, por simple inasistencia, impedir la toma de protesta, o vender caro el quórum, como está haciendo el PRI. Debería quedar claro que acudir a una sesión del Congreso citada para, y sólo para, escuchar la protesta del nuevo presidente de la República no es favor de los legisladores, es su obligación ineludible.

Si la inasistencia del presidente electo a la sesión es castigada tan severamente, la de los legisladores debe recibir igual trato: “En caso de no haber quórum a la hora citada, se extenderá nueva convocatoria para una hora después. Si tampoco hubiere quórum en esta segunda cita, el Congreso de la Unión quedará disuelto y se llamará a nuevas elecciones de legisladores.” ¿Qué tal? A ver si no se la piensan dos veces.

Que urge una nueva y bien meditada Constitución lo hacen evidente hasta las notorias confusiones y descuidos de la vigente. Confusión: el artículo 85 dice: “Si al comenzar un período constitucional no se presentase el Presidente electo...” el Congreso designa un interino. Pero no indica que “presentarse” deba ser “ante el Congreso”. No está escrito. “Si no se presentase” ¿en dónde carajos? Si Calderón no hubiera logrado evadir las cadenas y pilas de curules arrimadas por los lacayos y peleles del mesías, el PRD pretendía designar presidente interino. Pero, con la redacción actual del artículo 85, al Presidente le basta con presentarse... a trabajar en su despacho.

Descuidos: El artículo 83 dice “electo popularmente” en vez de “elegido popularmente”. Confunde así no sólo el adjetivo “electo” con el participio pasado “elegido”, sino el uso jurídico que la misma Constitución asigna a cada uno: electo es el funcionario que, habiendo sido elegido, aún no toma posesión de su cargo. Calderón ya no es presidente electo, sino constitucional, pero es el presidente elegido por la mayoría. El artículo 87 dice que “protestará ante el Congreso... la siguiente protesta...”

Algunos son detalles, pero no lo es el dejar en manos del Congreso la oportunidad de dar un golpe de Estado con el sencillo expediente de impedir la sesión. Urge añadir la contraparte: qué ocurre si el Congreso no se presenta o no se instala porque no le da la gana. Sencillo: queda disuelto. Verán que no vuelven a coquetear con la idea.

La cegeachización de la Cámara de Diputados

Juegos de Poder
Por: Leo Zuckermann

Hace poco presencié una conversación entre dos políticos que habían sido diputados federales, uno en la 58 Legislatura (2000-2003) y otro en la 59 (2003-2006). Ambos se quejaban de cómo las disputas partidistas habían entorpecido el trabajo legislativo; reconocían que ciertos diputados que habían llegado a la Cámara con la ilusión de cambiar al país habían terminado frustrados por los escasos resultados.

El diputado de la 58 presumía que por lo menos ellos habían podido sacar algunas legislaciones trascendentales (como la de transparencia) gracias, en parte, a la buena relación de los coordinadores del PRI y del PAN, Beatriz Paredes y Felipe Calderón, respectivamente. El de la 59 afirmaba que su Legislatura había sido un desastre en productividad. En su visión, el desafuero de López Obrador había consumido mucha de la energía política y, cuando éste terminó, ya no había ánimo de cooperar. De hecho, comenzaron las campañas y los diputados se dedicaron a enfrentarse en la tribuna.

En septiembre tomó posesión una nueva Legislatura, la 60. ¿Acaso ha sido diferente la historia con respecto a la 58 y la 59? En los hechos parece peor. En tres meses de vida que tiene esta Cámara, los diputados se han encargado de repartirse el botín legislativo y pelearse.

Semanas enteras las dedicaron a distribuir las comisiones legislativas y los puestos directivos que traen consigo poder y dinero. Como no alcanzaron, crearon más con cargo al contribuyente para que todos acabaran contentos.

Y luego vino el asunto de la toma de posesión del presidente Calderón. Ya sabemos el desenlace: el patético espectáculo que protagonizaron los diputados. Uno hubiera esperado que ahí terminara la cosa. De hecho, los coordinadores de todos los partidos se reunieron para sanar las heridas, hacer las paces y comenzar a legislar.

Pero las buenas intenciones no duraron ni un día. Una nueva disputa explotó. Priistas y perredistas increparon al presidente de la Mesa Directiva, el panista Jorge Zermeño, por su supuesta participación partidista en la toma de protesta. Fueron y vinieron discursos. Nuevos gritos y sombrerazos. Los ofendidos rompieron el quórum y amagaron con no regresar al pleno hasta que Zermeño renunciara a su puesto.

El presidente de la Cámara tuvo que disculparse con los priistas quienes, ufanos, presumieron que “vino con una actitud sencilla, humilde y cooperativa a decirnos que quiere reconstruir la relación y el PRI aceptó su disculpa”. Con eso, Zermeño salvó el pellejo y seguirá en el cargo. Esta es una muestra del tipo de actividades a las que están dedicados nuestros diputados.

La democratización del país implicó que el Legislativo se convirtiera en un poder de verdad. Hoy, afortunadamente, tenemos un Congreso vivo donde se ventilan las disputas políticas. Hay que celebrarlo: estamos mejor que antes. Pero también es cierto que cada día existe un mayor deterioro en el trabajo legislativo. Que la Cámara de Diputados se está convirtiendo en una arena exclusivamente partidista donde el protocolo y el decoro con el que se conducen los legisladores recuerdan el que tenían los miembros del Consejo General de Huelga de la UNAM. Sí: los diputados están cegeachizándose al pelearse como adolescentes y gastar su energía en nimiedades.