Friday, January 26, 2007

De Germán Dehesa

¡Qué cosas!. Ricardo Monreal, paladín de la democracia, figura señera de la izquierda mexicana, líder moral de los que no han transigido, está en tribuna y en ella blande, enarbola y ondea uno de los más sagrados símbolos patrios: un paquete de tortillas.

Con fuerte dosis de valor civil y sin importarle su seguridad personal, denuncia el fracaso del plan estabilizador del precio de la masa y la tortilla patrocinado por Felipe Calderón.

Nadie lo ha respetado, sigue la escalada de precios, los trabajadores y en particular sus durables líderes preparan la megamarcha y exigen el salario de emergencia.

Aquí tenemos una muestra más de la incapacidad de la derecha; aquí, en la tortillería de aquí cerquita para mayor escarnio de todos, aquí compré un kilo de tortillas y me cobraron, compañeros, ¡$9.50!; el cúmulo de mentiras se derrumba...

Mientras Monreal hace con la palabra una exquisita filigrana zacatecana, un reportero malora abandona San Lázaro y va a la susodicha tortillería, pide un kilo de tortillas y se lo venden a $8.50.

Fin de la escena.

Entiendo que este hecho en sí es un asunto menor, pero es también una metáfora correcta de la condición moral de Monreal.

Nunca le vayan a comprar un coche usado a este celacanto venenoso.

Saturday, January 13, 2007

Qué graciosos!!!

El petróleo ya está abajo del precio de referencia que pusieron los diputados. El chiste era enmendarle la plana a Hacienda. El chiste era demostrar que el gasto sí alcanza. El chiste era tener presupuesto por unanimidad. Lo lograron. Qué talentosos. Pero el chiste nos va a costar a todos, porque se va a tener que recortar el presupuesto sobre la marcha y sobre las rodillas. Qué graciosos.