Reforma / Fray Bartolomé

DIPUTADOS locales del DF y Morelos y hasta algunos senadores andan promoviendo un nuevo refrán: "Detrás de una gran mujer, siempre hay un gran suplente".

PORQUE en menos de un mes ya van cuatro diputadas locales y una senadora que ceden sus puestos a sus suplentes, todos ellos hombres.

EN MORELOS, Diana Itzel Valenzuela y Gloria Nava declinaron en favor de su novio y su hijo, respectivamente.

EN LA CÁMARA de senadores Irma Ortega del Partido Verde abdicó en favor de Javier Orozco Gómez.

Y EN EL DF, la perredista Imelda Mendoza dejó a su ex jefe Edgar Torres Baltazar y la pevemista Ana Luisa Alvarado, quien es chef de profesión, le dejó la curul "a punto de turrón" a su hermano Xavier Alvarado.

LO MÁS EXTRAÑO es que todos los suplentes tienen mayor experiencia legislativa e influencia política que las titulares que renunciaron.

¿A POCO las legisladoras se prestaron a ser candidatas sólo para cumplir con las cuotas de género marcadas por la ley para luego renunciar y darle la vuelta a esos ordenamientos? Es pregunta.